martes, 4 de diciembre de 2012

EL ÁRBOL MAS UTILIZADO EN JARDINERÍA PARA LA FORMACIÓN DE SETOS

NUESTRO AMIGO EL LEYLANDY
(Cupressocyparis Leylandy)


Usado por su rápido crecimiento y fácil adaptación a todo tipo de terrenos.

Nombre científico, Cupressocyparis leylandy, viene asignado con el siguiente criterio:
Cupressocyparis, de Cupressus y Chamaecyparis, géneros de los que procede. 
Leylandii, en honor de C. J. Leyland, quien descubrió el híbrido. 

Actualmente, mediante polinización artificial, se han obtenido diversos clones con ligeras diferencias en cuanto a color de las hojas, velocidad de crecimiento o porte. Planta SIN púas peligrosas. NO tóxica. Muy brioso y resistente a las enfermedades, a medida que van creciendo la adaptabilidad al terreno es más lenta.

MORFOLOGÍA
Altura: entre 20 y 25 metros
Tronco: Diámetro: 50-60 cm. 
Hojas: Perennes. Se presentan en ramillos con forma de escama, ligeramente aromáticas. Son de color verde oscuro, algo más pálido en el envés, opuestas y decusadas en nudos muy próximos, persistentes, simples, de 1,5-3 mm longitud, escuamiformes, ovadas, de base ancha y decurrente, con una glandulita resinosa poco conspicua en el dorso, aplicadas a los breves entrenudos de forma que casi no se ve el tallo. 

Flores:
Conos masculinos: solitarios, terminales, de 3-5 mm de longitud, con forma de ovoide y color amarillento.
Conos femeninos: solitarios, terminales y poco conspicuos
Conos femeninos maduros (piñas): de hasta 2cm de diámetro, con forma globosa, formados por cuatro pares de escamas seminíferas decusadas, leñosas, que se separan entre sí al madurar, dejando salir las semillas. 
Semillas: 
Se encuentran en conos de unos 2 cm de longitud, con 8 escamas de 5 semillas con diminutas vesículas resinosas. Al ser un híbrido las semillas son estériles. 
Raíces: 
No son muy agresivas solo los ejemplares muy grandes pueden levantar los ladrillos del suelo, pero sí son invasivas para otras plantas y cuando son grandes impiden el crecimiento de otras cerca de ellos. De todas formas al utilizarse en la formación de setos no suelen dar problemas. 
Multiplicación: 
Propagación por estaquillas semileñosas con talón a finales de verano, en lugar protegido del frío.
CARACTERÍSTICAS:
Resistentes a: Heladas, Salinidad, Sequía media y Viento Poda: si se realizan podas de formación y mantenimiento regulares, a finales del verano o principio del otoño, admitirá bien los recortes y se evita tener que realizar podas fuertes o drásticas posteriores. 
La poda de formación: se basa en dirigir la planta hacia su forma natural manteniendo la rama guía. 
La poda de mantenimiento: consiste en realizar el aclareo y despunte de ramas y la limpieza de hojas secas. Si se desea cultivar como seto, es conveniente mantenerlo a una altura mínima de 2 metros
No es recomendable plantas muy grandes, de más de 1.50 metros, ya que y tardan más en enraizar. Plantas de 30 a 125 cm, son adecuadas para un rápido establecimiento del seto. Plantas más pequeñas estarán poco endurecidas con lo que suben las posibilidades de fallo. Tampoco las que vengan directamente de invernadero, son demasiado tiernas y susceptibles a las condiciones medioambientales,
Para conseguir un cierre bien tupido, se deben plantar a una distancia de 60 cm a 1.00 metro unas plantas de otras, las distancias menores consiguen que el seto "cierre" antes y un menor vigor en la edad adulta, por tener menos luz y alimento disponible para cada planta. Una mayor distancia permite un mayor crecimiento de cada una de las plantas con un mayor gasto en mantenimiento por aumentar la frecuencia de las podas. Mejora mucho el crecimiento del primer año, si en el hueco de plantación aplicamos un abono de lenta liberación. Al ser de lenta liberación, los nutrientes se liberan cuando la temperatura sube, por lo que están utilizables en el momento en que la planta los precisa.
CONSEJOS: 
Abonado: Realizar un abonado en otoño y otro en primavera con un abono NPK. 
Al ser muy vigoroso, no es recomendable para jardines pequeños ni para hacer setos de media altura (1.00- 1.50 metros), es una especie ideal para hacer pantallas cortavientos dejándolos sin podar, para por ejemplo, proteger una finca de los vientos del norte, y también para hacer setos altos, perfectos para tener mayor privacidad. 
En suelos calizos es preferible injertarlo sobre Ciprés común, a diferencia de los otros cipreses, rebrota muy bien sobre madera vieja. 
Puede verse afectado por cochinillas y hongos, siendo el más común phitophtora. En la fotografía se puede apreciar el aspecto que adopta el árbol afectado por dicho hongo 
Cómo producirlos nosotros mismos: 
Durante el invierno y después de las primeras heladas se realizan las estaquillas de ramitas del año de más o menos de unos 12 centímetros, la base de las mismas se tratan (unos dos centímetros) con una fitohormona para mejorar el enraizamiento. A continuación se colocan en una bandeja con sustrato de enraizamiento situándolas en invernadero no dejando que las ramitas se sequen mientras no salgan las raíces. Si las temperaturas son muy bajas se enciende la calefacción. El tanto por ciento de enraizamiento es variable de un año a otro dependiendo de muchos factores, entre ellos la climatología. Pasados unos meses, cuando las raíces ya ocupan buena parte del alveolo de la bandeja, trasplantamos cada planta a una maceta más grande y se sitúa en el exterior sin ningún tipo de protección. 
Para evitar las malas hierbas, lo mejor es formar una cubierta de cortezas de pino, de esta forma, además conservamos más la humedad y evitamos regar con el consiguiente ahorro de agua, siempre teniendo en cuenta que este árbol no necesita mucha humedad. 
Antes de plantar Leylandiis, tener en cuenta que el terreno debe tener un buen drenaje para prevenir la aparición de hongos y obtener un buen crecimiento del seto. 
Autor Mª Jesús Remis I.T.A. En Explotaciones Agropecuarias. Técnica en Dirección y Gestión de Empresas. 

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